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Neko

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Aprendiendo ...

La vision de un "Pretzel Maker": A veces desenrollando se aprende a enrollar.

miércoles, febrero 03, 2010

Imprudencias

Como he mencionado antes, mi negocio se encuentra en problemas económicos y buscando estrategias para no perderlo, me dispuse a tener un día de ventas masivo con grandes anuncios, ofertas tremendas, nuevos productos. Para llevar a cabo esto, tenia que trabajar toda la noche sola porque no podía pagarle a mis empleados las horas extra merecidas. Sin embargo, los tres llegaron de voluntarios. Ellos entienden que el negocio es tan mio como suyo. Los cuatro, no parábamos de preparar la masa de los pretzels y su nuevo ingrediente. Arequipe! Un dulce que aprendí a comer en Colombia y que amenaza con redefinir mi figura.

En medio de toda la ansiedad voy en busca de algunos ingredientes, resbalé y me caí en el suelo de forma tal que me rompí el brazo. Dos de mis empleados siguieron con la tarea y el otro comenzó a reír a carcajadas y nadie se movía a ayudarme mientras no paraba de llorar. Al punto que tuve que arrastrarme al teléfono y pedir ayuda yo sola.

En el momento, me entro una histeria y un enojo insuperable. Especialmente porque me encontraba vulnerable y necesitaba ayuda inmediata. Avergonzada del tipo de gente que trabajaba conmigo, no lo podía creer. Al día siguiente, mas calmada para tomar mis decisiones entendí que bajo tanto estrés, hasta yo he cometido imprudencias. Reaccionamos de formas inesperadas.

Una vez, en la playa cuando era yo muy nena, me tire de un muelle y me estaba ahogando. Grite por ayuda y mi madre me decía: Ya voy! pero se quedaba mirando y no hacia na. Me ama mi madre? Por supuesto que si.

Una amiga, de valores muy bien fundados y compromiso con esta sociedad, atropelló a un individuo que cruzo mal la calle. En el arranque nervioso, se fue a la huida. Ni ella misma podía creerlo...

El fotógrafo Kevin Carter fue a retratar la realidad de África, fotos que se dieron a conocer por el mundo ganando un Pulitzer y luego se suicidó.

Unos soldados le prestaron sus armas con alegría y hasta a mi entender admiración a unos médicos que celebraron con alcohol el final de una misión difícil y retrataron de manera imprudente unas personas en necesidad. Irónicamente, luego de exponer sus vidas a enfermedades terribles y dejar sus oficinas y salarios.

Quién soy yo para no perdonarlos? Quién soy yo para poner sobre ellos una carga mas allá de su propio arrepentimiento?

"Y perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden."
Mateo 6:12