Invasión de Hormigas en la Cocina

Azuca'! cantaba Celia Cruz con una sonrisa grandota. Azuca'! cantan las hormigas cuando se meten a mi cocina. Hasta que punto voy a tener que soportarlas...no se ya. He tratado de exterminarlas toda la semana y en cada intento termino frustrada y con unos cuantos lagrimones, en especial por las mordidas, no tanto por la invasión.

Por poner todo mi esfuerzo en eliminarlas, disminuyó un poco la producción y he tenido tiempo para meditar en ellas (mañana, tarde y noche). Las observe cargando un pretzel! Pueden creerlo? Bueno, exagero un poco...las observé llevando migajas grandotas en fila india hacia la infortunada pared donde se esconden. Me hicieron recordar la escuelita cuando nos hablaban de ellas, de los pesos exorbitantes que pueden cargar, de su estilo de sociedad, de su capacidad como comunidad. En serio, las admiré por un segundo, me quedé ...admirando a esas hormigas intrusas de mi cocina porque no se salen de la fila india, porque se ayudan a llevar las cargas y se acuerdan de sus partners al partir el pan. No en vano, en proverbios 30, se les llama pueblo sabio.

Con eso en mente, me puse a pensar en la ola de cesantías del sistema público y privado que enfrenta mi país recientemente. El Periódico Primera hora titulaba un 29 de mayo: Rabia, Temor y silencio ante las cesantías. Pensaba en el caos de los primeros días, en la gente desesperada y pensaba en las hormigas. Tenemos tanto que aprender de ellas...tengo que comprar un insecticida, algo que pueda contra ellas, no es fácil vencer a un pueblo unido.

Puse la radio para no pensar tanto y pude escuchar como unos hermanos cristianos llevaron el consejo de Dios a cumplirse en mi país. Pude escuchar como mi pueblo, del que estoy muy orgullosa, adoptó la idea sin tapujos e invadieron sus alacenas y supermercados mas cercanos para llevarlos a las iglesias y emisoras que son ahora centros de acopio. Me sentí admirada esta vez, de mi gente que comenzó a dar de lo que tienen para los que hoy necesitan. Un 4 de diciembre, lee el Periódico El Vocero: "Junte de esperanza por amor a mi gente" .

Ya que voy para el mercado a buscar mi insecticida, haré una comprita de alimentos y artículos no perecederos por amor a mi gente. Que ore todo aquel que se quiera unir para que el 2 de enero, Puerto Rico pueda ver, que no solo de pan, vivirá el ser humano (Mateo 4:4).